Cotizar en la bolsa de valores puede ser una oportunidad muy buena para inversores de capital de riesgo y accionistas que buscan obtener beneficios por un buen emprendimiento. Al mismo tiempo, también permite al público general a invertir en la empresa por primera vez.
Sin duda, la forma más frecuente de salir a cotizar en la bolsa de valores es a través de una IPO (Initial Public Offering) en inglés u OPI/ OPV en español, que hace referencia a la Oferta Pública Inicial/ Oferta Pública de Venta, siendo una opción alternativa a la llamada Colocación Directa en acciones (Direct Listing). Hay algo que está cambiando en la forma de actuar y es que algunos inversionistas de capital de riesgo comienzan a recomendar a nuevos inversionistas y a inclinar la balanza hacia la Colocación Directa de acciones en lugar de la Oferta Pública Inicial.
Para que entiendas la diferencias entre estas dos opciones, en el artículo de hoy te vamos a explicar qué es una Oferta Pública de Venta (en inglés Initial Public Offering, IPO) y qué es una Colocación Directa de acciones (Direct Listing), además de sus características, diferencias y ejemplos para que logremos entender bien todos los conceptos sobre estas formas de salir a cotizar a bolsa.
Una empresa puede salir a cotizar en bolsa mediante una Oferta Pública de Venta o una Colocación Directa de acciones.
Oferta Pública de Venta (Initial Public Offering)
Empezaremos viendo el proceso de la Oferta Pública de Venta, el cual implica la creación de acciones nuevas dentro de una empresa. Estas acciones serán suscritas por un intermediario (bookrunner) y luego serán vendidas al público (los intermediarios suelen ser grandes bancos de inversión, como Bank of America o Goldman Sachs, por ejemplo). Las compañías que estén interesadas en salir a bolsa mediante una OPV van a tener que tener una valoración privada de, al menos, 1000 millones de dólares, aunque las que no alcanzan estas valoraciones también podrían optar a ello por otros mecanismos.
Es importante en este punto entender la figura del suscriptor, que es un intermediario que trabaja, codo con codo, con la empresa que sale a bolsa durante todo el proceso de Oferta Pública de Venta y por la que cobrará una comisión por sus servicios. Se trata del ente que va a ayudar a la empresa a cumplir con todos los requisitos del reglamento, establecer el precio de oferta inicial de las acciones y venderlas a su red de corredores, brókeres, bancos de inversión, fondos de inversión mutua, u otros posibles business angels e inversionistas.
Llegado el momento, serán los ejecutivos de la empresa y el suscriptor los encargados de presentar la oferta a inversores institucionales, antes de ser lanzada al público. En este proceso el interés por la venta de acciones está activo y eso permite que el suscriptor fije un precio razonable para la oferta inicial. El suscriptor suele cobrar entre el 3% y el 7% del precio de cada acción, siendo una cantidad elevada aunque suelen garantizar que la venta de acciones se produzca por el precio de oferta inicial, algo que da una garantía y protección a la empresa.
En una Oferta Pública de Venta (Initial Public Offering) se crean nuevas acciones adicionales a las existentes de la empresa que sale a bolsa, y requiere de un intermediario que garantiza la colocación de las acciones en el mercado.
Colocación directa de acciones (Direct Listing)
Por su parte, la Colocación Directa de acciones (en inglés Direct Listing), u Oferta Pública Directa como también es conocida, no implica los servicios de un suscriptor ni crear nuevas acciones en la empresa que sale a cotizar a bolsa. Esto es algo que puede resultar más conveniente para las empresas sin los fondos necesarios para pagar un suscriptor o para aquellos que no quieren diluir las acciones ya existentes.
Con este método de salir a cotizar a bolsa las empresas y los inversores que ya disponen de acciones de la empresa que sale a bolsa venden sus acciones directamente al público, sin tener un intermediario como es la figura del suscriptor.
Para muchos esta es una opción mucho más económica que el proceso de Oferta Pública de Venta pero hay que tener en cuenta que aquí no contamos con una cuota garantizada en la venta de las acciones, ni tampoco de asistencia en materia de regulación o el acceso a inversores institucionales que un suscriptor o intermediario sí puede proporcionar.
Otro aspecto a tener en cuenta es que la Colocación Directa es mucho más rápida y abre un abanico mucho más amplio que una Oferta Pública Inicial. El motivo es porque las acciones cotizadas están al alcance de todos, no solo para suscriptores y brókeres seleccionados, los cuales podrían incluso poner restricciones en la participación de terceros.
Desde diciembre de 2020, la Comisión de Bolsa y Valores (en inglés Securities and Exchange Commission, SEC) permite realizar este tipo de salidas a bolsa.
En una Colocación Directa de acciones (Direct Listing) no se crean nuevas acciones adicionales a las ya existentes de la empresa que sale a bolsa, y no requiere de un intermediario que coloque las acciones en el mercado.
Ejemplo de Oferta Pública de Venta (Initial Public Offering) vs Colocación Directa de acciones (Direct Listing)
Sin duda alguna, el mayor ejemplo en cuanto a este cambio es la gran empresa Spotify, la cual salió a cotizar en la Bolsa de Valores de Nueva York en abril del año 2018. Lo interesante fue ver que lo hizo mediante una Colocación Directa de acciones y no por una Oferta Pública de Venta. Esto significaba que la empresa comenzó a cotizar permitiendo a los accionistas existentes vender sus acciones directamente al público.
Es muy interesante conocer la opinión de Barry McCarthy, el director financiero de Spotify y artífice de este cambio que ya está siendo muy imitado por otras empresas que salen a bolsa. Ha sido una persona capaz de ver las diferencias entre una opción y otra y decidir de manera bastante acertada.
En su opinión hay cinco puntos por los que Spotify se decidió por salir a bolsa mediante una Colocación Directa de acciones:
- El primero de ellos por motivos económicos, y es que la oferta pública tradicional es mas costosa al contar con la presencia de suscriptores que se llevan una parte de las ganancias por acciones.
- Acabar con la idea de que no recaudar dinero es algo malo. Se da por supuesto que si no se emiten nuevas acciones no se obtiene dinero saliendo a cotizar en bolsa. Sin embargo, las ganancias van a los accionistas que deciden vender.
- No existen los períodos de bloqueo para los empleados y esto es una ventaja frente a las IPO tradicionales, en las cuales los empleados no pueden vender sus acciones durante los primeros seis meses de vida pública de la empresa.
- Genera las llamadas ganancias “pop” para todos. En la Colocación Directa, las fuerzas del mercado son las encargadas de fijar el precio de apertura. Si una cotización es exitosa desde sus inicios, los accionistas que venden, y no solo un grupo limitado de inversores, disfrutarán de las ganancias.
- Deberás estar preparado para la incertidumbre y es que la gran incógnita, según McCarthy, es saber cómo se negociarán las acciones y si habrá suficientes, haciendo referencia a ese grupo dispuesto a vender. Además de conocer si habrá la suficiente demanda por esa acciones.
Otro ejemplo de empresa que saldrá a cotizar a bolsa mediante una Colocación Directa de acciones es Coinbase, plataforma de comercio de criptomonedas con sede en San Francisco, California, que ofrece servicios de intercambio entre criptomonedas y monedas fiduciarias. La salida a bolsa de Coinbase se producirá el próximo miércoles (14 de abril de 2021).
Cada vez más empresas optan por salir a bolsa mediante una Colocación Directa de acciones, principalmente por motivos económicos.
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